viernes, 16 de mayo de 2014

Retorno

I

Me  rehúso a entregar los sueños
me niego a doblar mis rodillas trémulas una vez más al simulacro dominante
Las tablas de este escenario están reinventadas
El cielo es la amalgama de transmutaciones contingentes que nos renuevan el espíritu a los lúcidos dementes que creemos en eso
durante ese instante introspectivo-enigmático-filosófico en el que me despeño en ocasiones:
las corporeidades zombificadas se esfuerzan en realizar la pantomima del titiritero
la modernidad agrede la tradición
la sin-razón de la imagen embiste la sinapsis cerebral
y a la sazón
ocupa la máquina zómbica cual huésped mimado
Ayer los zombis iniciaron la jornada conflictiva

Retorno a la certeza de mi cuerpo
En la plaza El Venezolano el danzón conserva vivas, ágiles y enamoradas algunas espaldas
brazos y piernas veteranas
no hay rastro material del albur zómbico
Las historias de estas calles semánticas se cuentan solas

II

La palabra, qué es eso
La palabra, qué amenaza es esa
El verbo convoca la esperanza y condiciona a los esperanzados

Mi noche especial es la noche de tus sueños dulces
de tu mano tibia y ardorosa que convoca la impavidez de mis palmas
que se derriban y trastornan en la impostergable calidez de tu con-tacto
No sé qué día es hoy
Escribo para el viento de Mayo
Acudo al derrumbamiento de la hermosura de las hojas de los árboles
las hojas del árbol de níspero son el Fénix de esta región
que re-huye del arte moderno
la flaquezas del alma se reponen cuando el día tiende al encanto
Este cuento inacabado apenas empieza
A esta hora continuas transitando mis neuronas léxico-gramaticales
Nos vemos en el sueño de siempre, como nunca.

domingo, 4 de mayo de 2014

(In)sosegado discurso de un futuro padre de familia

A estas alturas de la vida
descubro las ataduras perversas de mi mente
al juego macabro de la bolsa
y de los cuellos estirados de World Street

Las metafóricas cicatrices de mi espalda proletaria
pesan como vicios
y brotan de sus tristes escisiones la sangre de mi bandera

Sobre tus muslos encuentro las bases
inquebrantables de mis batallas fieras
ahora seremos tres
y mis fuerzas se multiplican
el centro de mis deseos suprahumanos
se halla en los cielos inmortales
y el centro de mis indomables esperanzas
se halla creciendo en tu vientre deslumbrante
el amor transita en tus venas maravillosas
lo sé porque tus labios me transmiten los códigos
de los latidos amorosos de tu pecho

La llameante vida del utopista
comienza pero jamas termina
siempre eternos son sus cantos
honestos y desenfrenados
la fetichización del poder es el mal
de la democracia representativa
y su inmanente e insuprimible característica
eso lo aprenderás primero

Los vientos del Suroeste olvidado
golpea suave en tu vientre cálido
atrae la vida y los sueños de la providencia justa
el martillo de los utópicos es mi arma favorita
porque construye
no me sé todavía las canciones de cuna
de los rebeldes lúcidos y enamorados
pero me las invento en mi mente inquieta

Siento tu cuerpecito inocente
cuando tu mami insiste en tocar su barriguita
yo veo una cómoda capsula pero me da miedo
tocarte muy fuerte

He imaginado las magnánimas historias
para contarte
ensayaré mi trémula oratoria
las formas transmutadas de las nubes
esperan ser descifradas y soñadas por ti
te enseñaremos a reinventar el cielo

El baboso pulpo del mercado se cuidará de ti
los poderosos y mágicos filos de la poesía
resguardarán tu corazón amado
de las bestias mezquinas
y las nubes
y los árboles
y los turpiales
y las golondrinas
y tus amados padres
nos regocijamos
en la armonía y te abrazamos
eternamente

sábado, 3 de mayo de 2014

Sin título aparente

Este hábito desenfrenado y loco. Digo, es que ahora escribo de todo y hasta por los codos, como dirían los de repertorio léxico popular. Escribo aquí y allá; dialogo y catalogo y me catalogan los slóganes pueriles del oclos:

Pero el enamorado soy yo
les digo
yo soy el enamorado y escribo y hablo
y te despeino las vocales
reacomodo el orden alfabético
desmiembro el sentido común
y tus ojos universales me guían en la penumbra
desintegro la cruel e impertérrita providencia 
me desquicio en el café Venezuela
hablando de la llanura infértil del imaginario colectivo
infértil no literalmente porque es rica y productiva
pero podría ser más y alcanzar las nubes
y me refiero a la autoreflexión hoy casi inconcebible
me indigno un poco
mas me elevo en tu voz cándida mariposa de mis deseos violentos
reprocho esa vacua queja estúpida 
de los autómatas des-espiritualizados
que ni saben qué consigna profieren
qué les salpica de la boca
el Chino dijo que en poesía no nos fuésemos de bruces
contra los zombis
lo bueno es que ésta prosa
esquizofrénica no es del oclos sino de mis palmas labradoras
y de los ojos de ella
eso es harina de otro costal
me voy 
a fraguar
alguna lluvia
cerca de algún tobogán

Nos vemos

viernes, 2 de mayo de 2014

¿Quién eres?

Laura es una joven de veinte años. Le encanta desahogarse en su diario de campo desde hace unos años y el jugueteo semántico y sintáctico que logra con las palabras se le da bastante bien y lo sabe. Tiene una perspectiva de la vida bastante particular y dice ser de izquierda pero no alcanza a separarse de la ideología hegemónica; tal vez porque la izquierda la han vuelto los ideólogos o sofistas modernos una nebulosa estelar amorfa. La conciencia de clase no la encuentra ni en sus incesantes desahogos antisistémicos, que al fin y al cabo eso es lo que son aunque para ella son solo disertaciones bobas, pero son disertaciones nada bobas que se le ocurren por existir y desenvolverse en un contexto sociocultural determinado, cruel por demás; aunque no lo ve, en definitiva, son unas micro lanzas contra los megaengranajes superfortificados de la perturbadora máquina social. Mi preocupación inicial como su narrador omnidemente es ¿Cómo va a hallar la verdad de los condenados que le conmueven si busca reflejarse ella misma en el deseo delirante de los propietarios hiperindividualistas?

Laura escribe de la vida y cuando le provoca de la muerte; pero también del alocado tiempo, de la literatura de genios ciegos, de los humillados corazones o algún hecho social del presente. Aparentemente no tiene un tabú temático aunque generalmente se despeña en su micromundo y egocéntricamente olvida y repudia a los otros y otras.

Laura es un alma como muchas, preocupada y soñadora, utopista aunque demasiado inocente; es un alma magnánima pero las circunstancias de su vida, de su contexto objetivo inmediato, de su habitus de clase: esa estructura estructurada y estructurante a la que inexorablemente (y sobre todo inconscientemente) se sumerge cada día, cada minuto y segundo de su existencia, le desdibuja el horizonte honrado del cielo, le difumina la bifurcación entre el camino ruin y egocéntrico de la vida y el camino bondadoso y plural de las vidas todas, imposibilitándole la serenidad del juicio para discernir entre las orugas eternamente angustiadas que necesitan su apoyo en la lucha por la vida y las Águilas asesinas.

Existimos en cada ciudad de esta única nave espacial natural de los humanos, innumerables seres leales y generosos que nacemos soñando mucho antes de que la escuela nos recorte las alas de la imaginación y la dura, cruenta y aporreadora cotidianidad nos haga olvidar en la coyuntura que es la efímera vida, que existe la utopía y el sueño es hermoso y la luna es eterna como los ojos de los humillados y no humillados, que la desigualdad no es natural y que la lucha empieza por despertar de ese trance cotidiano y arrancarle tajos a la vida y reinventar nuestros deseos y que cuando el poder se resista ejerceremos nuestro poder colectivo contra sus infames armas y tomaremos el fusil airado de la poesía del Chino y cabalgaremos sobre las nubes de los sueños de los niños y niñas, cantando con ellos y ellas las canciones de los pechos ardientes del pueblo y las naciones amigas, de nuestras patrias y nuestras matrias hasta alcanzar el Edén prometido y que  lo tomaremos por asalto así nos cueste los huesos.

¿Quién eres? L...

Esta es la narrativa de mis venas desquiciadas y enamoradas del pueblo
que se desaten las lluvias
que se des-aten las cuerdas aprehensoras de tu corazón rebelde
que se desaten
los psicodélicos colores del grito
y los tonos de mi voz  
tímida y entregada
me des-ato y te beso hasta
los secretos
más
desgarradores
Patria mía

Yo seguiré cantando y contando historias bajo los puentes citadinos, codificando miradas extraviadas y sonrisas pícaras y accidentales, en las aulas de clases, en los pasillos o en el café si la vida tiende, como suele hacerlo, a conquistar la hermosura.

Andamos en algo.

viernes, 30 de agosto de 2013

La idea de Progreso

En primer lugar me gustaría enunciar los motivos por los cuales decidí escribir sobre la idea de progreso. Los motivos están relacionados con la actual dinámica política en Venezuela donde un sector político se ha abanderado con la palabra y, más aún, la existencia en la universidad de personas que he tenido el placer de conocer y que considero talentosas pero por deficiencias estructurales de la academia son victimas de la colonialidad del saber y quedan atrapados en las redes del discurso académico dominante. Comprendo que resulta tedioso recomendarles a las personas todas las lecturas con las que yo me he encontrado para comprender este tema y es por eso que, tal vez, sea menos tedioso que se tomen la molestia de leer lo que he sintetizado en entorno a la idea de progreso etimológica y ontoepistemológicamente.

La palabra progreso viene  del nombre latino progressus “avance”, sacado del verbo progredior, progressus “avanzar, ir adelante”, verbo formado con el prefijo pro-(hacia delante) y el verbo gradior, gressus “ir, marchar”. El nombre de progreso se registra en el castellano desde el siglo XV con el mero significado de “avance, continuación”. Sólo sería en el siglo XVIII, el siglo de las Luces y de la Razón, cuando la palabra progreso cobra el significado actual de “avance permanente de la ciencia y de la técnica” por una parte, llevando la idea de Progreso al plano humano, llega a adquirir el sentido de “desarrollo continuo y general de la civilización y la cultura”.¹

Ya aquí podemos advertir que la idea de progreso como hoy la conocemos se funda en el siglo XVIII, esto puede darnos a nosotros una idea de que tenemos dos siglos evocando un progreso que no llega a todos lados y que, evidentemente, parece que no llegará pero que sí llegó a algunas naciones, entendamos por qué:

Augusto Comte, considerado el padre del positivismo y uno de los padres de la sociología, discípulo de Saint-Simon, en su Cours de philosophie positive, 1842, introduce y desarrolla dos ideas fundamentales: (1) la organización de las ciencias en una gran escala enciclopédica y (2) la reorganización de la sociedad de una manera científica partiendo de los resultados de una sociología positiva. En su primera lección Comte trata la ley de los tres Estadios (tres formas de filosofar) con una visión biologicista y orgánica; estadios por los cuales debe pasar toda sociedad de manera lineal, evolutiva: (1) Estado Teológico o Ficticio: todo se resuelve imaginariamente, se atribuye a las cosas poderes sobrenaturales (politeísmo, fetichismo, monoteísmo), venerar, atribución a las cosas de cualidades mágico-religiosas. (2) Estado Metafísico: Todo se resuelve por abstracción verbal y que le adjudicamos características reales como: el alma, espíritu. Para Comte este era un estado de transición. (3) Estado Positivo  o Científico: Se renuncia a conocer el absoluto y toda explicación se reduce a hechos o a relaciones de hechos y a leyes universales, si se enuncia algo que no esté relacionado con hechos y no pueda ser explicado con leyes, no existe. Para Comte éste era el estado en que nos encontrábamos (no nosotros, ellos, los europeos, sitúense en el contexto). 

Seguidamente, Comte señala cuatro aplicaciones del positivismo: (1) el espíritu positivo permitirá buscar racionalmente y con toda objetividad las leyes del espíritu humano. (2) El positivismo reformará la educación anárquica, separando el espíritu de las ciencias de las relaciones mutuas de dependencia. (3) La jerarquía de las ciencias contribuirá a la perfección de cada una y (4) El espíritu positivo reorganizará la sociedad.


Efectivamente, Comte construye una jerarquía de las ciencias que considero que no viene al caso comentar pero los interesados pueden dirigirse a la segunda lección del texto, lo que resulta pertinente decir es que la clasificación que hizo, dijo el autor, «seguía una jerarquía natural».

Comte y el progreso: Comte, con su visión biologicista, organicista y naturalista de la sociedad, vemos que organizó las ciencias según una jerarquía «natural» y, además, el hecho de dedicarse a clasificar las ciencias y jerarquizarlas, y como planteó en la cuarta aplicación del positivismo: “El espíritu positivo reorganizará la sociedad”, muestra su central interés por un «orden», un orden que Occidente universalizaría incluso a la fuerza en el resto del mundo. Comte veía en Europa la necesidad de un orden social y surgen en él la idea de Orden y Progreso como la única vía para la evolución humana, para él, los espíritus europeos sentían el deseo  de un orden social estable, orden que se armonizaría con el progreso. Entonces el Orden, como base científica y el Progreso como destino inexorable para la sociedad europea.

Algunos autores afirman que la idea de progreso puede rastrearse hasta la antigüedad como una idea de “avanzar” pero el tema se torna complejo al preguntarnos qué significa “avanzar”, “avanzar” en qué o hacia dónde. En la antigüedad, esta idea de avance se encuentra en filósofos como Platón como un avance espiritual y racional. En filósofos como Lucrecio y Séneca como avance del conocimiento, social y hasta material refiriendo íntimamente a un avance en las potencialidades y capacidades del ser humano.²

Así, durante la historia ha habido pensadores que se han referido a una idea de avance en amplios sentidos. Sin embargo, no es sino hasta el siglo XIX que Comte funda una epistemología del progreso, su obra es considerada probablemente la más sistemática y minuciosa de todas las obras sobre el progreso escritas durante el siglo XIX y dicha obra ejerció una inmensa influencia sobre el pensamiento social y moral del siglo. Para Comte, la esencia del progreso humano es intelectual. La mentalidad de la humanidad ha evolucionado en el curso de miles de años a través de tres etapas: la teológica, la metafísica y la positiva o científica, que ahora se inicia. Comte sostiene que todas las disciplinas físicas han alcanzado jerarquía científica -la astronomía, la física, la química y la biología, en ese orden de evolución-, y que el tiempo está ahora maduro para la creación de una verdadera ciencia de la sociedad.²

Comte llamó primero física social a lo que luego enunciaría como sociología que es la ciencia positiva. El gran objetivo de la ciencia de la sociología es demostrar a los gobiernos y a los ciudadanos las leyes básicas del comportamiento humano. Éstas se agrupan, según Comte, en dos grandes divisiones: la Estática Social, el estudio de las relaciones sociales, y la Dinámica Social, que estudia esencialmente los principios que sustentan el progreso humano. “Ningún orden verdadero puede establecerse, y menos aun perdurar, si no es plenamente compatible con el progreso, y ningún progreso valedero puede realizarse si no tiende a la consolidación del orden [...]. El infortunio de nuestro actual estado de cosas reside en que las dos ideas [progreso y orden social] aparecen oponiéndose radicalmente una a la otra.”²

Para que el estudio de las sociedades fuese considerado una ciencia como las matemáticas o la física y la química, debía cumplir con los mismos métodos rigurosos de las ciencias naturales para ser aceptado por la comunidad científica. Comte con física social muestra un claro intento de eso, el estudio de la sociedad evolutiva e interpretarla a través de leyes universales.

Mi intención no es juzgar las proezas de Comte ya que ubicándonos en el contexto, para bien o para mal, estos fueron los primeros pasos hacia una verdadera ciencia sociológica, mi intención es llamar la atención de los que todavía hoy piensan como Comte, como si cien años de numerosos estudios sociológicos, psicológicos, psicoanalíticos y antropológicos que comprobaron que no es así de simple no hubiesen pasado. Hay que comprender que los seres humanos no somos como una pelota o como una manzana cayendo para explicar en base a cálculos matemáticos como somos, como nos movemos y de qué estamos compuestos y pretender que eso acaba el problema. Existe la subjetividad y es infinitamente diversa, todos los seres humanos tenemos distintas formas de reaccionar a distintas situaciones aunque las reacciones sean parecidas, esto involucra la complejidad del contexto físico y temporal. Para esto hay abundante literatura, los seres humanos no somos «objetos» de estudio, somos «sujetos» de estudio, hoy la dicotomía Objeto-Sujeto ya está superada.

Un punto importante a considerar es que cuando Comte fundaba la sociología positiva ya una ciencia económica llevaba un tiempo adelantada. En 1776, es publicada la famosa obra de Adam Smith “La riqueza de las naciones” que guiaría el desarrollo económico de Occidente. Esta ciencia económica fundada en el cálculo y que se difundía por el mundo en respuesta a la necesidad de expandir el comercio global. Para el siglo XIX ocurre la Revolución Industrial y entorno a la economía se globaliza un orden mundial industrializado, de progreso.

La fe en el progreso social, entonces, ya no representa tanto el avance del espíritu sino el de la tecnología y el de la economía primordialmente. Y se supone que el progreso de estos campos solucionaría los problemas sociales y culturales, pero no fue ni es así.

Las civilizaciones que progresaron no fueron las «más inteligentes» o «avanzadas» en términos generales, si a ver vamos en la antigüedad, mientras en Europa se pintaban de azul y se daban hachazos, en el centro-sur de América, además de los hachazos, se levantaban civilizaciones magníficamente construidas arquitectónicamente alineadas con los astros y se desarrollaban estudios astrológicos y matemáticos que todavía hoy occidente no ha llegado a igualar. Progresaron los que tenían más fuerza, mejor técnica destructiva, los que colonizaron y se apropiaron de los recursos naturales y humanos del resto del mundo.

Como ejemplo hablaré del precio del inicio del progreso en Venezuela: El auge del positivismo duró un siglo (aunque hoy parece todavía mantenerse) a Venezuela llegó en el siglo XX con el régimen del General Juan Vicente Gómez (1908-1935). El gabinete del general estaba compuesto por la élite civil ilustrada positivista del país que administraron y permitieron la estabilidad en el poder por 27 años a Juan Vicente Gómez: Pedro Manuel Arcaya, José Gil Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz, Román Cárdenas, Pedro Itriago Chacín, entre otros. Elegidos como diputados, senadores, presidentes de Estado, magistrados y burócratas, según aptitudes y utilidad. ³

Sus ideas eran que los factores climáticos, geográficos, raciales e históricos, hacen a la sociedad venezolana proclive a la anarquía y a la guerra civil, puesto que el producto natural de esos factores es el Caudillo y el caudillismo como sistema es esencialmente inestable. Su filosofía: aplicar correctivos al caudillismo anárquico con Gómez como jefe único, con un poder ilimitado e incomparable que imponga la paz, ya que si existía algún límite de poder podía existir un germen de anarquía. ³

Sobre y a partir de la paz gomecista puede intentarse la modificación de los medios: (1) medio geográfico: venciendo las distancias. Para esto, el dinero de la naciente industria petrolera y el recurso en sí mismo permitió la construcción de numerosas carreteras que conectaron a casi todo el país. (2) medio racial: cambiando la “fórmula racial”, para ellos durante el gomecismo se promovió como una de las prioridades la inmigración europea. (3) medio histórico o herencia histórica: eliminación de las guerras civiles y el caudillismo que no cesaban desde la independencia. (4) medio social: promover el intercambio humano con intereses sociales y económicos más modernos, gracias a la vialidad y al crecimiento estable de la actividad económica que es lo que la paz permite (Paz = estabilidad del poder absoluto, cero anarquía). Gracias a todo ello la sociedad venezolana podía avanzar en su grado evolutivo hacia etapas más adelantadas de civilización y sus correspondientes formas políticas. Como es obvio, todo el positivismo europeo calqueado en Venezuela.³

Cada vez que pienso en el general Gómez, pienso en Poder con “P” mayúscula, pero no hablaré sobre su régimen autoritario sino del progreso. El objetivo (1) es crucial, la construcción de carreteras que conectaron a todo el país, si bien fue un gran paso modernizador, éste no fue realizado con un fin social sino represivo, para lograr la paz era necesario mantener vigilado a todo el país y eliminar lo más rápido posible todo germen de anarquía, y las carreteras permitieron a los tanques y soldados llegar con la rapidez necesaria para acabar con los opositores y potenciales caudillos. El régimen gomecista modernizó como nadie el ejército venezolano porque el ejército le permitía su estabilidad a través de la coerción. Se crearon varias academias y se promovió la educación: la educación militar.

El precio del progreso durante el régimen gomecista fue el miedo sembrado en la sociedad, no había libertad, la paz era miedo, el precio fueron los múltiples encarcelados y torturados en la famosa cárcel de “La Rotunda”. Si Gómez no fuese sido un hombre de campo sino un ilustrado doctor, habría creado un partido político único en lugar de disolverlos todos y completaría las características del fascismo. Hoy existen personas que consideran que el gomecismo no fue tan malo, esa consideración es correcta en tanto en cuanto en el momento así se pensaba en el mundo occidental pero que HOY exista un político abanderándose con el Progreso, y que muchos universitarios ignoren lo que representa la idea (atropelladora en sí misma) me parece un irrespeto, causa de la colonialidad, de falta de identidad histórica y fragmentación dentro de la academia, entre otras causas más complejas.

Pero el caso es que Venezuela no progresó en un siglo entero desde que llegó el progreso, no es como Estados Unidos, ¿por qué? La estabilidad del régimen gomecista estuvo asegurada por la influencia estadounidense, de hecho, el golpe que le da Gómez a su compadre Cipriano Castro, fue por intereses de Estados Unidos por el petróleo, Cipriano había expulsado a las transnacionales extranjeras del país y eso no le convenía a Estados Unidos, necesitaban un gobernante que mantuviera generosas relaciones con ellos (Piensen en Libia, Siria, Afganistan, la OTAN y los últimos 20 años). Durante el régimen de Gómez, se dieron muchas concesiones a transnacionales estadounidenses por muchos años y con los impuestos más bajos posibles. Las decisiones de los dueños de las transnacionales alcanzaban el campo de las políticas administrativas y públicas del estado, políticas para su beneficio. El precio del incipiente progreso fue el regalo del petróleo y el despojo de las tierras de los campesinos que quedaban desatendidos, ignorados. Progresó el bolsillo de Gómez y sus amigos pero no la sociedad, Corrupción patrocinada por Estados Unidos. 

Venezuela no progresa por una razón, porque Venezuela no controla la economía mundial. ¿Por qué África no progresa? Busquemos su historia, como fueron saqueados y abandonados y comprendamos. No progresan ni progresarán. No pueden, ni deben en este orden mundial, no son un foco de consumo. El progreso tiene un requisito y es el interés económico, dónde no hay riqueza no habrá progreso. 

Hoy el progreso de la técnica y de la economía se está devorando el planeta tierra como si hubiese muchos más y no fuese el único. El progreso es muerte de la naturaleza y muerte a la diversidad cultural. Progreso es cerrar un parque y construir un centro comercial sobre él (Turquía) sin consultarles a los ciudadanos si quiere eso. Progreso es aumentar los pasajes del transporte público (usado por los pobres en mayoría) para construir monumentales y fabulosos estadios deportivos, dónde la mayoría que deberá pagar más por transportarse no opina y no asistirá a un juego en el lujoso estadio (Brasil). Progreso es construir sobre bosques sagrados autopistas por necesidades económicas, destruyéndolos y suprimiendo la resistencia de la comunidad por preservar su patrimonio histórico cultural (Toluca-México). Progreso es que en todos esos casos y muchísimos más el Estado, con las fuerzas policiales y militares reprimiera al pueblo que no estuvo de acuerdo con sus acciones. 

Hoy no quiero progreso, quiero igualdad, equidad, respeto por la naturaleza y la diversidad humana y cultural. Progreso significa grandes oportunidades y beneficios para algunos elegidos y pocas para el resto como lo hace evidente la historia y cuando veo a mis alrededores.

En los seguidos regímenes en Venezuela después del general Gómez, las cosas no cambiaron mucho, se mantuvo la marcha hacia el progreso, la injerencia estadounidense y el autoritarismo. Sea lo que sea, hoy Venezuela representa una alternativa a «lo mismo de siempre», al progreso, desgastado y nefasto. Nadie dijo que el proceso de cambio es fácil y mucho menos inmediato, y habrá resistencia.

La fe en el progreso murió en la década de los 80 y 90, el neoliberalismo no acabó el problema. A partir de los años 60, la potencia mundial, Estados Unidos, relanzó la fe a Centro y Sur América, la fe en el Desarrollo, pero estamos en el siglo XXI y ningún país Centro-Sur Americano ha salido del subdesarrollo, ah, pero ahora les llamamos, para despistarnos y mantener la esperanza, Países en Desarrollo o en vías de Desarrollo.

Esto resultará amarillismo para aquellos que viven entretenidos, abstraídos, en las series de televisión, películas, videos musicales o inmersos en los best sellers de vampiros, y aquellos que leen libros de autoayuda donde la culpa del fracaso, simple y llanamente, la tiene el mismo sujeto fracasado y no el orden social en el que se desenvuelve (No, no es así) no es ningún amarillismo, es ver más allá de nuestros deseos individuales y dar una mirada global de las cosas. Para comprender por qué no logran el desarrollo pleno los países subdesarrollados hay que prestar atención más, allá de los regímenes corruptos, a qué responden ellos, a las recomendaciones que se les han dado para "mejorar" su economía desde el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio en los últimos 40 años a nuestros países, las políticas recomendadas favorecieron siempre a las potencias mundiales y no tanto a las naciones en desarrollo y la crisis global que explotó el pasado año 2008 y que hoy se viven sus coletazos, fueron producidas por esas políticas que tenían el objetivo de incrementar aún más la fortuna de los poderosos (banqueros especialmente) y no a desarrollar y fortalecer las economías débiles.

Hasta ahora parece que el curso natural del progreso es que progresen los países económicamente más desarrollados y los otros quedan condenados a la inferioridad y el atraso.

Chile aparece en el Informe sobre el Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como el país con el mejor índice de Latinoamérica (ver: http://hdr.undp.org/en/media/HDR2013_ES_Summary.pdf) y va subiendo cada año, desde la dictadura de Pinochet, a paso de tortuga hacia el desarrollo, quizás, en 100 años logre desarrollarse plenamente, pero ¡ops! Si no ocurre primero una guerra nuclear, un desastre epidemiológico mundial o un desastre climático, potencialidades consideradas seriamente hoy día para los próximos 100 años. (Wallerstain, “La crisis Estructural: los imponderables de mediano plazo”

Pero no todo es pesimismo, esa es una lógica fabricada en Occidente, en el «centro del mundo» y que pretenden universalizar. Existen personas, esos que nos llaman utopistas, que sabemos que esa no es una verdad absoluta, que hay otras alternativas y que lucharemos por ellas.

Salgan del cascarón mediático que crean los mass media. Las universidades están formando técnicos y no pensadores sociales; no estoy diciendo que no hacen falta los técnicos, digo que los técnicos deben ser también pensadores sociales y no pensadores hiperindividuales que solo piensan en tener una buena vida (ellos, cada uno, sin pensar en el otro o más allá de un núcleo familiar), hay que pensar en colectivo, desde abajo, todos los que estamos en una misma condición.

Piensen: los que se han resistido al progreso occidental han sido tildados por Occidente como Terroristas, piensen en el Oriente medio. Ha habido movimientos colectivos que han hecho frente a los estados liberales abanderando un desarrollo verdaderamente humano, cultural y natural, y no un progreso material, como en Chiapas en México, también señalados como terroristas.

Hoy los países del Sur de América están construyendo una alternativa. Es ilógico objetar que siguen siendo sociedades capitalistas, es hasta ridículo. Vivimos en un Sistema-Mundo-Capitalista, todos los países del mundo están conectados gracias a la tecnología en una economía mundial, no se puede pretender que un país decida por sí solo, de hoy para mañana, desprenderse del orden mundial y que sobreviva aislado, es estúpido, no es posible, se derrumbaría en instantes y saldrían los conservadores nefastos a gritar: ¡fracasó el comunismo otra vez!

Hoy se ha cambiado el discurso, se le ha dado voz a los invisibles marginales, se pretende crear consciencia del mal camino del liberalismo y del progreso, es necesario hoy, como dice Slavoj Zizek, repensar para luego actuar. Se debe transformar la conciencia para que efectúe la transformación de la realidad.


Ahora citaré a Edgar Morin, algunos comentarios de su conferencia titulada: “En el corazón de la crisis planetaria”: Las negrillas son mías:

“Hoy, el estado del mundo es el siguiente: ricos y pobres. El fenómeno fundamental no es la pobreza material ni la fragilidad de los ingresos. El quid de la cuestión está en la situación de desigualdad profunda en la que se hallan los desposeídos con relación al acceso a los servicios médicos, pero también se encuentra en la humillación que les infligen sin cesar aquellos que detentan el poder. La injusticia más grave no es la material sino la moral: ésta no se mide en dólares, sino en el hecho de que algunos hombres están privados de los derechos fundamentales de los que disfrutan los poderosos”.

“Mi opinión es que la política planetaria nos obliga a romper con la noción de desarrollo, incluso aquel que es duradero o humano (forma blanda del desarrollo). La palabra «desarrollo» significa que el crecimiento técnico y económico es la locomotora de un desarrollo social y humano que va a efectuarse siguiendo el modelo occidental. De todas maneras no hay que olvidarse de que, en las sociedades occidentales desarrolladas, hay también un subdesarrollo psicológico, moral, y carencias cada vez más evidentes. La idea de desarrollo supone que el estado actual de las sociedades occidentales es la finalidad para todas las otras sociedades y, por extensión, la finalidad de la historia humana: hay una suerte de «fukuyamismo» generalizado, implícito en la idea de desarrollo” […] “A la inversa, la noción de desarrollo es pseudo-universalista, parece tener valor para todos. Nosotros sabemos que se trata de un mito marcado por un tipo de sociocentrismo occidental, y yo diría incluso que estamos ante un motor de occidentalización furioso. El universalismo significa que es Occidente el portador del interés universal de la humanidad. El desarrollo, con su carácter fundamentalmente técnico y económico, ignora lo que no es calculable o medible, como la vida, el sufrimiento, la alegría, la tristeza, la calidad de vida, la estética, las relaciones en el medio natural. En otros términos, no tiene en cuenta las riquezas humanas no calculables, como la generosidad, los actos gratuitos, el honor, la conciencia.”

“Si bien los progresos científico-técnicos, médicos y sociales son admirables, no por eso debemos subestimar el temible poder destructor y manipulador de la ciencia y la técnica. Es la primera vez en la historia del hombre que, gracias la ciencia y a la técnica, se tiene la capacidad de aniquilar irremediablemente a toda la humanidad. La biosfera está igualmente amenazada de degradación: estos peligros son el fruto de nuestro progreso. El desarrollo, cuyo modelo es el occidental, ignora que esta escalada conlleva algunos inconvenientes. Su bienestar genera malestar, su individualismo incluye una dosis de egocentrismo y de soledad, sus plenitudes urbanísticas crean estrés y ruido ambiental, y sus fuerzas desencadenadas conducen a la muerte nuclear. ¿Qué significa todo esto? Seguramente que no hay que continuar por esta ruta y que debemos dejar de señalar el camino que hemos seguido como el indicado: se requiere un cambio de rumbo.”


Morin sobre la esperanza en lo improbable:

“Otro ejemplo es el de la metamorfosis de la oruga en mariposa: la oruga, al tiempo que se destruye se autoconstruye como un ser nuevo que es el mismo y a la vez es otro que va a convertirse en libélula o mariposa. Es el problema de las metamorfosis el que está en juego: ¿cómo se pasa de una forma a otra? No se puede jamás preverlo, aquí está el primer elemento de esperanza.

El segundo basamento de nuestro optimismo es que lo improbable puede a menudo suceder  en la historia. Definamos primero lo probable: es aquello que, para un observador situado en un momento dado y disponiendo de las mejores informaciones, puede dejar prever el futuro. En lo que nos atañe, lo probable es visible en la diseminación del arma nuclear, la miniaturización de esta arma, el desarrollo de las armas bacteriológicas, la degradación de la biósfera y el acrecentamiento de los conflictos. Lo improbable se ha producido en la historia tras un acontecimiento mayor que la gente de mi generación ha vivido en 1940: la derrota histórica de Francia y Europa. En el verano de 1941, las tropas nazis avanzaban sobre la Unión Soviética y estaban a las puertas de Leningrado, Moscú y el Cáucaso. La predicción de Hitler, a saber: que su imperio duraría mil años, era ciertamente exagerada, pero era altamente probable que esta dominación fuera a persistir.


Lo improbable sucedió bajo la influencia de tres factores: Primero, el ejército alemán debió detener su progresión en razón de la venida precoz del invierno. Luego, Hitler, que había previsto lanzar una ofensiva en mayo de 1941, debió posponerla un mes a causa de una rebelión en Belgrado. Esta resistencia popular y militar se formó para oponerse al paso por territorio yugoslavo del ejército alemán, cuyo objetivo era reagruparse junto a las tropas italianas de Mussolini. La infantería alemana perdió entonces un mes en liquidar las defensas yugoslavas, principalmente serbias. ¿Los alemanes habrían tomado tal vez Moscú si no hubieran tenido ese retraso que provocó la llegada del invierno? Finalmente, otro factor determinante es relativo al excelente espía soviético llamado Sorge, quien habría prevenido a Stalin de un ataque alemán, sin ser creído por el dictador. Sin embargo, esa vez tomó en serio la información del espía sobre el hecho de que Japón se preparaba para aventuras militares en el pacífico contra los Estado Unidos. A partir de allí, Stalin pudo desplazar tropas frescas desde el Extremo Oriente y enviarlas sobre el frente de Moscú. El dictador soviético aprovechó para poner un nuevo hombre a la cabeza de sus tropas, el general Zukov, quien condujo al ejército soviético hacia una gran victoria contra las tropas alemanas. Ésta es la manera en que, en muy poco tiempo, lo probable se transformó en lo improbable, y lo improbable en probable. Intentemos entonces tener un poco de fe en lo improbable, pero tratemos también de actuar en su favor".

Heidegger: «El origen no está detrás nuestro, sino delante de nosotros»


Referencias - Notas:

¹ Diccionario Etimológico web: www.etimologias.dechile.net

² Nisbet, Robert. La idea de progreso (1986). Instituto Universitario ESEADE, Revista Libertas: Argentina.

³ Caballero, Manuel. Juan Vicente Gómez y su Época (1988). Monte Ávila Editores: Caracas.

Otras:

Comte, Augusto. Curso de filosofía positiva (lecciones 1 y 2) (1980). Ediciones Orbis: Barcelona.

Baudrillard, Jean. Morin, Edgard. La violencia del mundo (2008). Monte Ávila Editores: Caracas.

Toussaint, Eric. Crisis global y alternativas desde la perspectiva de Sur (2011). Trinchera: Caracas.

Wallerstain, Inmmanuel. Un mundo incierto (2008). Monte Ávila Editores: Caracas.

Immanuel Wallerstain Commentaries, Binghamton University, web: http://www2.binghamton.edu/fbc/commentaries/commen-archive.html

miércoles, 8 de mayo de 2013

Entre Gesticulaciones y Guiños


Hoy me levanté con ganas de recorrer otro camino distinto al aburrido y rutinario que tomo todos los días para ir a la universidad. Como tenía parcial salí de casa repasando las lecturas para el examen y olvidé esa extraña idea de tomar un camino diferente; salí a la misma hora, tomé el tren de la misma hora en el vagón de costumbre y llegué a la universidad a la hora habitual inmerso en las líneas mentales sobre evolución. Sin embargo, al terminar las clases, ya en hora de almuerzo, mis compañeros y yo nos dispusimos ir al comedor, y al tomar mi comida (que no llegué a degustar) recordé esa pendeja idea de caminar nuevos caminos; entonces fue cuando, de manera muy extraña, me acerqué y le hablé a una hermosa muchacha que estaba sentada junto a su también hermosa amiga, Saray, se llama, el nombre de su amiga no lo recuerdo porque estaba nervioso y embelesado como cualquiera que, de pronto, elige un nuevo rumbo.

Saray me miró cual persona que mira a un lunático e intentó, en su desconcierto, deshacerse de mí rápidamente y lo logró impecablemente. Sin habernos obsequiado otra cosa más que la pronunciación de nuestros nombres (aunque una manera más correcta de ver las cosas es: que yo le obsequié el mío y le hurté el suyo), me marché.

Después de abandonar a las chicas me dispuse ir a investigar sobre aquel rollo climático en el que llevo ya un ratito por allá en el centro de la ciudad y me propuse además llegar hasta allá siguiendo el nuevo camino: regalé mi comida a un simpático señor de la calle que al recibirla se alegró mucho y sonriendo me agradeció unas tres veces entre gesticulaciones y guiños mientras me alejaba siguiendo mi camino, su cara fue lo mejor del día. Tomé el camino más largo hasta el tren, caminé las calles como si paseara por mi lugar favorito en el mundo y sonreía como si el cielo me estuviese contando chistes.

Hoy no caminé una calle que no había caminado antes, pero hoy las calles de antes las viví, percibí y recorrí distinto; el nuevo era yo y de esa manera hice nueva las calles y los encuentros; vencí con pequeñas cosas la rutina monótona e inexorable: gracias por eludirme, Saray. Gracias por sonreírme señor de la calle. Gracias por hacerme reír, cielo.

jueves, 5 de enero de 2012

Bajo el polvo


Bajo el polvo, varios mundos.

No buscas nada más que un lugar, y casi siempre -si sabes dónde buscar- los hallas repletos de letras y con algunas historias dentro, pero ahí están, bajo el polvo: cientos de páginas amarillentas por el tiempo, títulos olvidados, desiertos sobre ellos; hábitat de pequeños arácnidos. Aguardando, inmersos en la espera, que la curiosidad o quizás una casualidad divagadora los hallase. Mundos que, una vez en ellos, son tuyos y tú controlas su tiempo. Habrá un destino establecido claro que sí, pero, ¿Qué mundo no lo tiene? Por lo menos en estos tú controlas el tiempo.

El tiempo, ¿Quién lo diría?

Vivir el mismo instante, todos los instantes. Vivir el pasado todas las veces. Nunca llegar al desenlace si así lo deseas. Eres polvo, eres ambiente, eres personaje, eres sol y luna, eres cada minuto y hora.


Bajo el polvo están, bajo el polvo duermen despiertos, vigilantes. Bajo el polvo: las historias, los mundos... Los libros.